miércoles, 21 de julio de 2010

Tomate cinco minutos, tomate un té de razón

Verón, un semiólogo dijo que pensamos lo que otros ya dijeron alguna vez y lo único que hacemos es reproducir esos discursos. No hay nada propio. Sin embargo, creo que en el rejunte de varios de muchos discursos podemos encontrar el de uno, el genuino, el engendro perfecto de originalidad. En la multiplicidad de la serialización de sentidos que cada uno puede darle a los diferentes discursos es donde nosotros podemos encontrar el propio, aunque sea por un rato. Sin embargo siento, que en algunas personas esa contaminación de discursos ajenos se hace más evidente. Como si uno pudiera leer los labios del otro y con ojo biónico, desnudar directamente aquellas fuentes de las que se vale para erguir su planteo. Con esto traigo a colación la justificación tan ambigua que dio Mirta Legrand respecto de la atrocidad que le dijo a Roberto Piazza: " es que yo a veces hago ese tipo de preguntas delicadas porque yo tengo un programa de televisión y trato de preguntar lo que la gente quiere saber". Gracias, Mirta. A quién interpelas cuando hablas de "la gente"? De qué recurso te vales para creerte legítimamente la representante de las voces de esa gente? Qué gente? Qué es la gente? Gente es un concepto general que sirve para ordenar las diferentes individualidades (gentes). Acaso no es la misma "gente" la que demandó la pertinencia legislativa para el matrimonio igualitario? No. Evidentemente hay muchas gentes, entre todas ellas, a quién representa Mirta? No permitamos la confusión, en su discurso esta escondido un mural de voces que no agotan el nivel colectivo ni masivo. Ni siquiera lo hacen en el aquí y ahora. Ni siquiera es un discurso coherente y completo sino obeso de contradicciones. Si mal no recuerdo, Piazza fue el primero en salir públicamente a doblegar la apuesta por la pena de muerte, muerte que Mirta tiene latente y pendiente en cada frase. Digo yo, Piazza interpelaba a la misma gente que Mirta? Qué gente? Revisar, una y otra vez, a quién interpelamos cuando hablamos y a quién recurrimos como fuente directa de nuestras versiones. Esto nos introduce directamente a otro plano, la misma "gente" que quiere quemar las villas miseria porque no sientan bien al paisaje urbano, después junta tapitas para el Garraham, pobres! La misma "gente" que reniega el aumento de las prepagas es la que chifla en contra del pago de impuestos. Los mismos que mancharon la pelota quitándole el 13% a los jubilados, hoy exhiben banderas por un 82% movible. Levante la mano el que se sienta identificado. No es una falencia creer en la dialéctica del pensamiento, lo que es sumamente grave es no reconocerlo y reproducirlo sin filtrarlo. Ojo con la caridad ajena, que en nombre de "la gente" se cometieron delitos aberrantes. Vivimos en libertad de expresión. Si "la gente" quiere preguntar y saber, lo hace, no necesitamos beneficencia.

4 comentarios:

  1. los cinco minutos los tomé, pero buster me distrajo y perdi el hilo, creo que me perdi en ese patio.

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  2. Uh. Había escrito el re texto, pero se fue al joraca. Básicamente esto: Se puede generar discurso nuevo. Siempre. De hecho se hace constantemente. Lo que no se puede es reconocer a un discurso como nuevo e inteligible. Quiero decir, para hacer algo enteramente nuevo, debo ir a contrapelo de todos los códigos vigentes. No puedo hacerme de nada de lo que ya exista. Sin embargo, si no suscribe a ningún código, nadie lo comprende. A menos que lo encaje a la fuerza dentro de algún código. Como aquellos niños que arrugan un cilindro para hacerlo pasar por un espacio cuadrado.

    Ejemplo de esto es la obra de Ligeti, por ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=QCp7bL-AWvw

    Nuevo, si. Explicámelo.

    También el bueno de Stockhausen: http://www.youtube.com/watch?v=13D1YY_BvWU

    Idem.

    Y el ineludible Johnny Cage: http://www.youtube.com/watch?v=HypmW4Yd7SY

    Puede y debe generarse discurso novedoso. Pero la comunicación necesariamente se rompe. Recuerdo aquellas épocas en las que la originalidad no era un valor. Tomabas un tema de una ópera chabacana y hacías un motete alabando a la vírgen. Esos eran otros tiempos..va Paleee: http://www.youtube.com/watch?v=dndVUNqm0Js&feature=PlayList&p=78083D1D84A5F8A6&playnext_from=PL&playnext=1&index=3 (hermoso)

    Fin. Sigo estudiando. Hasta la vista.-

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  3. No creo a la originalidad como un valor propio del snobismo moderno, sino como una auténtica necesidad para darle sentido a nuestra existencia individual. Estoy de acuerdo con que se generan discursos nuevos, creo en los autores y sobre todo en argentores. Creo en la palabra justa, creo en el razonamiento, creo en las mil y un posibilidades de poder ser. Pero yo estoy atacando directamente contra los que se reproducen sistemáticamente en sentido de Luhman, autopoiesis. Un discurso nuevo sienta sus bases en millones de discursos antiguos sin control alguno, apunto a poder discernir entre la palabra de uno y lo contaminado por los otros. En hacerse responsable, si se quiere, de lo que se expone.
    Y si, tiene fecha de vencimiento, sin embargo creo también que cada vez se la prorroga un poco más.

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