Minutos antes de calzarme la vincha que me teletransporta a la intolerancia más recóndita, se me ocurrió socializarme.
Yo: Cómo estuvo el finde? Hiciste algo?
X:- Nooo, tranqui fui a una fiesta.
Yo: Ah, pero saliste o no saliste?
X:- No, si, si salí.
Yo: ah.
Citando a mi querida Moni "Tana Ferro"Gimenez, odio a la gente que... niega antes de introducir cualquier respuesta. Entiendo que mi pregunta no era demasiado complicada, y de alguna manera pretendía ser bastante retórica, pero me desequilibró la negación automática y duplicada. Qué tiene que ver el NO, si la respuesta termina siendo afirmativa? Existen demasiados matices o variables de respuesta? No. Se salió o no se salío. Estuvo físicamente en un lugar o no estuvo. Me parece más grave que el famoso introductor "tipo na'" u "o sea...", porque ambos pueden ignorarse en la oración y sintácticamente podriamos analizarla igual. Pero si coexisten una negación y una afirmación exhibidas por sus principales exponentes que son el no y el si, cómo debemos analizarla? Tendríamos que calificarlos como circunstanciales de negación y afirmación respectivamente. Qué sentido se le adjudica finalmente? Creo que los indicadores de negación u afirmación son lo mas claros y excluyentes posible. Por qué elegimos complicarlo todo?
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