http://www.youtube.com/watch?v=ohPfOSTCz2I&feature=related
Creer que los hombres vienen a invadir nuestros espacios es verbalizar la violencia simbólica con la que nos hemos vestido de rosa, aferrado al detergente y escribir nuestros testamentos en listas de supermercados. La modernidad fue armando un yenga de la subjetividad masculina. Se esta dando una construcción de la paternidad, corriendo del plano al padre trabajador de la noche a la mañana. Imágenes de padres que juegan con sus hijos, que toman la sopa en la mesa, que acunan a los mas chiquitos, que toman la merienda, que asisten a reuniones del colegio, que firman cuadernos, que no solo existen para administrar el silencio y poner el grito en el cielo. Padres que juegan un mano a mano con las madres, que se baten a duelo en un TEG para cambiar pañales, que se babean con la sonrisas reflejo, que se revolucionan ante un llanto. Padres que adquieren y madres que ceden, roles que se redefinen.
Falta ver una publicidad de "ser" hecha por un hombre y la modernidad cree haberlo entendido todo.
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